Somos Clan, más que un restaurante, somos un viaje culinario que rinde homenaje a la vasta herencia gastronómica del Perú profundo. Nuestra historia se teje con el periplo de un grupo de personajes, cuyos caminos convergen en la fuerza mística de un fogón. En este crisol, encontramos no solo la fuente de nuestro sustento, sino también la chispa que enciende la pasión de nuestras manos, las cuales, día tras día, ejecutan la liturgia de una cocina que rinde homenaje a nuestro hollín ancestral.

En Clan, no solo ofrecemos platos exquisitos, sino que compartimos una experiencia que trasciende el simple acto de comer. Cada bocado es una conexión con las raíces profundas de nuestra cultura, un tributo a la tradición que se preserva en cada receta y se celebra en cada mesa. Somos guardianes de la autenticidad culinaria, forjando un lazo íntimo entre nuestros comensales y la esencia misma de la cocina peruana.

En cada detalle de nuestro restaurante, desde la decoración hasta el aroma que impregna el aire, se refleja la dedicación de un clan unido por el propósito de rescatar y exaltar los sabores que definen nuestra identidad. En resumen, somos más que un espacio para degustar platos exquisitos; somos el testimonio vivo de una travesía culinaria que une el pasado y el presente, encendiendo la llama de la autenticidad en cada rincón de nuestro hogar abovedado. ¿Quiénes somos? Somos Clan, y creemos firmemente en el arte de alimentar el cuerpo y el alma a través del fuego místico de la cocina peruana.

Somos el lugar donde la cocina se convierte en una historia cautivante, en este cálido rincón, no solo se buscamos alimentar el cuerpo, sino también el alma, a través de historias cosechadas en los distintos viajes por parte de nuestro equipo. Es así como trabajamos incesantemente para ser un símbolo vivo de autenticidad, tradición e innovación en el corazón de la gastronomía peruana. Imaginen un lugar donde cada plato cuenta una historia, donde las recetas son más que simples combinaciones de ingredientes, convirtiéndose en relatos de generaciones pasadas y presentes unidas en una misma mesa.

Nuestro deseo es ofrecer una experiencia auténtica, sumergiéndolos en la rica herencia culinaria del Perú profundo, creando una danza armoniosa entre lo antiguo y lo moderno.

Pero la magia de Clan no se delimita al espacio físico de su bóveda, sino que luego de casi tres años en marcha, hemos podido construir lazos sólidos con nuestra comunidad, para hoy ser un punto de encuentro donde las personas se unen para fortalecer vínculos y compartir momentos especiales. En cada plato que servimos, buscamos no solo la excelencia culinaria, sino también transmitir el legado y la conexión con la historia de nuestros antepasados.

¡Bienvenidos a Clan donde cada plato es una historia, y cada historia es parte de nuestra identidad compartida! 

Había una vez un chef con un sueño audaz: publicar el libro "Al Piel del Fogón", que exploraba las historias vivenciales detrás de la cocina tacneña y su importancia en la historia patria. Este viaje de investigación dio inicio a un concepto gastronómico clandestino, donde las historias se mezclaban con las recetas para crear una experiencia única.

En este dogma clandestino, se forjaba la identidad que iluminaría el retorno de Tacna al seno patrio. Durante el peregrinaje, se descubrió que el concepto trascendía las recetas y se refugiaba en las historias personales de cada colaborador. Lo clandestino se transformaba en "clan", como una unión de las experiencias que llevó a cada persona a formar parte de este proyecto único.

Cada colaborador, con sus propias historias, aportaba a la esencia del "clan", tejido por el fogón que los unía. Así, lo que comenzó como una travesía clandestina se convertía en una hermosa historia de unión y colaboración. El nombre del restaurante, antes marcado por la clandestinidad, se transformó en "Clan", representando la unión de estas historias entrelazadas, donde la cocina tacneña y la identidad de cada colaborador se fusionaban para crear algo verdaderamente especial. Así, "Clan" se convirtió en un hogar donde las historias personales y la pasión por la gastronomía se entrelazaban para ofrecer una experiencia auténtica y única. 

SOMOS EL RESULTADO DE ERRORES CONSTANTES, PERO TAMBIEN  DE  REHACERNOS DE LAS CENIZAS.